28 de junio de 2016

El Galán y la Dama

Después del revuelo suscitado a tenor de la elecciones y la batalla campal de insultos, indiscriminados en cualquier dirección, que he visto estos días por las redes sociales me viene a la memoria este diálogo entre un galán y una dama que mi madre hace poco encontró guardado al fondo de un armario y el cual me hizo muchísima gracia. Y es que hay que tener salero hasta para hacer una buena crítica al que no piensa/actúa como tú, sin ofender y mucho menos humillar. Antes no existían las pantallas táctiles, ni teclas desde las que soltar un discurso y quedarse tan ancho, todo se hacía a la cara y normalmente se aprovechaba cualquier evento para ello, un acto de valentía en toda regla. La abuela de mi madre, mi bisabuela que era de finales del S.XIX, a la que no tuve la ocasión ni el placer de conocer, se la oía contar esta historia. Un día mi madre que aún era adolescente decidió copiar una tras otra las palabras que su abuela decía de carrerilla, cuando se reunía la familia con amigos y vecinos de la huerta tras hacer la recolecta de la cosecha o el desperfollo (deshojar las panochas de maíz) y mientras agasajaban con merienda a todo el que había colaborado en estos menesteres. Los más chistosos contaban chascarrillos para amenizar la velada. Creo que no hay que remontarse mucho en el tiempo para encontrase con este teatrillo familiar,  me cuentan hoy en día. Es por ello que invito al que quiera aumentar su vocabulario “ofensivo” que lea este breve coloquio, se va a reír.

Galán.- Dichosos podéis llamar hoy mis ojos,

que consiguen sin enojo,

el  ver tu cara tan hermosa y tan bizarra,

que presumo,

todo es un poco de uno en tu presente,

si quieres darme licencia,

objeto amado,

seré tu humilde criado

y  fiel amante,

¡Mira que soy estudiante!.

Dama.- Caballero,

no empiece de lisonjero,

que aunque fea

no me impide el que lo sea

el ser querida;

no os canséis por vuestra vida

en tal intento,

pues es malograr el talento

en tal quimera,

aunque yo dichosa  fuera

de mereceros.

Galán.- Pues el dejar de quereros

bella aurora,

más es imposible es,

por ahora,

y así os pido

que reciban de Cupido

aquí a esta fecha,

advirtiendo que está hecha

de mi afecto.

(le entrega la carta, Y POR LO BAJO DICE :)

Quisiera tener acierto

en esta empresa porque me tienes presa toda el alma

que no me deja sentar en calma

duce hechizo.

Dama.- Caballero

ya os he dicho que sois coco

y que no quiera ser loco

en pretenderme

porque más es ofenderme

que alabarme,

sírvase Vd. De dejarme en cortesía

y dejar esa porfía.

Galán.- Es imposible que te muestres tan terrible,

pico de oro,

hermosísimo tesoro de hermosura

soy humilde criatura, te confieso;

trúcame siquiera un beso

por un cuarto.

Dama.- Aparta señor mentecato

que me enfada

 y advierta que soy honrada

y con marido,

¡ha visto qué presumido es el galante,

siendo un poco ignorante y mal mirado

y un poco desvergonzado en sus razones!.

Galán.- Aunque llevo calzones y te quiero

y  tengo mucho dinero en el bolsillo (lo agita)

déjate dar un besillo en el rostro hermoso.

Dama.- Ya he dicho al muy mocoso monaguillo,

que es un desvergonzadillo,

zampabollos,

vaya a echar calzas de pollos,

y acostarse

y también puede arroparse

que está frio.

Galán.- Mejor dijeras al río de mi llanto

pues que siento tanto el enojarte,

que quisiera yo dejarte,

mas no puedo,

porque tienes tal denuedo,

garbo y talle,

que aun estando aquí en la calle,

me provocas,

y el perfecto de tu boca

es un gran suceso.

Dama.- Qué grandísimo camueso y porfiado

¡parece ser licenciado el mentecato!

Galán.- Pues mortero,

con tu cara de puchero mal cocido,

la del gesto relamido,

mondonguera,

descubre esa calavera mal formada,

de postillas empedrada,

garroncilla,

cantonera,

chupatripas…

Dama.- Mal conoces por la pinta

pues tal dices.

Vil despojo de narices,

moco crudo,

que dices que tinta sudo,

¡tú qué sudas sino licores de las cuevas y las cubas

grandísimo camueso!

¡y dame en el culo un beso!

Galán.- ¡Ea, mi niña!

Casquete lleno de tiña,

estelifao,

pescuezo de bacalao,

barca rota,

aún más pesada que cota,

por ti vino la langosta

y el purgón escarabajo,

a un rincón color de circo,

manga de fraile Francisco,

vil persona,

puerca,

cochina,

meona,

gallina clueca,

Hospital,

casa de meca,

mal nacida.

Dama.- Lo que me deseas te venga,

adiós cuero,

morcilla sin atadero,

Baco os guarde.

Me voy porque se me hace tarde,

señor lacayo,

narices de papagayo,

sin provecho,

mírame este ojo derecho,

traspolío,

soplón,

tacaño,

judío,

sonete,

con todos los diablos vete

a  tu lecho.

Galán.- ¡Oh que gran merced me has hecho!

que si admitiera como tuerta

me pusiera garga,

hambrienta,

mesón de ciento cincuenta

y el dinero me llevaras

y tal pastel me pagaras

¡Dios me libre!

¡Dios me libre!

que en el hospital penara empastao

que de ti me he librao,

cara de vaca,

toma chica esta matraca.


Fotograma de la peli Pretty Woman

No hay comentarios:

Publicar un comentario