Estos días nos ha visitado un tal llamado virus, alguien a quien no habíamos invitado pero que ha
decidido instalarse entre nosotros unos días. Espero que esté haciendo las
maletas porque en breve llega semana santa y deberá marcharse por completo sin
dejar rastro. A pesar de los males (menores) también hemos vivido momentos muy dulces. Una
noche cuando nos disponíamos a irnos,
los tres, a nuestros aposentos, el infante empezó a decir unas palabras mágicas
y maravillosas. Dijo por primera vez, alto y claro: mamá!!! Y no una sola vez
como vocablos obtenidos por casualidad, como en otras ocasiones, si no consciente
de que estaba llamando a su mamá.Una alegría enorme me recorrió todo el cuerpo,
no podía imaginar que eso fuera así, así de esa manera tan rotunda, tan bonita,
tan tan tan. Buscándome con su expresiva mirada y aleteando los brazos buscando
estar entre los míos… el agua invadió mis ojos… el papá atónito también se
emocionó. Y es que no era para menos oír esas palabras salir de esa boquita tan
linda. Suelen decirte que papá suele ser unas de las primeras palabras que
dicen porque es más fácil pronunciar pero siempre hay casos que hacen que no se
confirme la regla.
Ayer salimos a la calle, después de nuestra convalecencia, y
un mundo en tecnicolor se pintaba por dónde íbamos pasando. Mi chiquitín inunda
todo de simpatía, risas y buen humor. ¡Qué bonito es!
Gracias a Papá por todo lo que estás haciendo para que mamá
pueda estar viviendo esta fabulosa experiencia junto a nuestro pequeñín. Esta tarde iremos a recogerte para celebrarlo los tres juntitos.
A los dos, mis amores
Os quise, Os quiero, Os seguiré queriendo y Os querré…