24 de noviembre de 2014

Nosotros andamos, él anda…

Un acontecimiento importante en la familia. Al igual que la salida del primer diente, la primera vez que dice mamá o papá, sus primeros pasos son toda una fiesta en casa. Ver su cara alucinada de velocidad me dan hasta ganas de gritar para soltar la energía por el exceso de alegría. Me pongo loquita de verlo. Primero conquistó el plano del suelo, llegó, venció y lo dominó, ahora ya quiere explorar otros niveles, ampliar su campo de visión con los brazos estirados y las palmas abiertas no sé si por mantener el equilibrio porque aún está empezando o por ir cogiendo todo lo que pilla a su paso, aunque creo que ambas afirmaciones son correctas.
Ay, ay…si pudiéramos congelar el tiempo, todos los días suyos son bonitos, pero sus 15 meses me resultan extraordinarios. Todo lo imita, todo lo repite, con un salero airoso graciosísimo, con unos ojos desbordantes, con su pelo dorado y ondulado que tintinean como un muelle, haciendo exageraciones a nuestros movimientos, tirando besitos por donde va, saludando hasta a los muñecos inertes, moviendo las caderas a ritmo bugui bugui con su amigo-muñeco Elmo, todo es agua y hace el gorila con una gracia escandalosa… Esto no ha hecho más que empezar… Las risas que provoca cualquier gesto o intento de imitación son de esas fuertes y pegadizas.

Comienza la etapa de “cierre de puertas” porque la trastada es inminente. Primero dió tres pasos seguidos sintiéndose seguro de que si caía estábamos ahí y ya al día siguiente recorrió toda la casa él solito sin ni siquiera mirar si estaba acompañado, cuál fue mi sorpresa que llegó a la cocina muy sigiloso y activó la lavadora, sin ropa, claro, él muy contento de la hazaña. Otros pasos más y lo ví con la escobilla del wc en plan peine, ¡mamma mía!... y en otro asalto lo ví intentando encajar en el enchufe un cargador o arrastrando mi móvil por el suelo como si fuera un coche… todo muy normal de niños oiga jajaja… Le hemos puesto dos hermosas alfombras verdes que simulan césped pero a él le gusta más estar en la periferia de ellas…también cosa de niños supongo, al menos sirven  para hacer la croqueta los 3 juntos…así que están siendo bien invertidas y disfrutadas.

Falta un mes pero la llegada de las primeras luces y guirnaldas le están sacando las órbitas de sus casillas y él saca expresiones a todo el que lo ve. Qué bonita es la Navidad cuando hay niños cerca. Había perdido la emoción por estas fiestas y la estoy recuperando a su lado. Imaginarme su carita iluminada cuando señala las luces colgantes en la calle y los árboles cargados de objetos brillantes me llena de orgullo y satisfacción. Creo que este año voy a llenar la casa con colorido hortera del espumillón, me apetece y él seguro que lo agradece.


Su amigo Elmo
 (fue un trueque con la inigualable Chariqui que aún tenemos pendiente de saldar)
 

6 de noviembre de 2014

Patillas vs Carmín

Crónica de un funtástico finde

Unos meses esperando este momento. Toda la semana cuadrando y organizando y por fín llega el ansiado Viernes, un día de nervios, carreras para dejarlo todo listo, mucho rimmel en las pestañas y salir en coche hacia nuestro destino favorito. El camino sin apenas obstáculos, la música calentando nuestros espíritus, el mar dejándose ver a trocitos, el sol cayendo en la tarde, los vástagos edificios altos desprendiendo un reflejo dorado….ya llegamos…es noche de difuntos…el mar nos recibe plateado, una sonrisa nos atiende, unas frías cervezas nos aguardan…





Y es que este finde pasado volvieron las patillas y los labios Carmín,  rojos muy rojos. Y es que hicimos una escapada al mismísimo Benidorm pues se celebraba como todos los años el festival de música Funtastic del cual somos ya como de la casa. No es un festival cualquiera. Es el festival. Esta IX edición batió su record de rapidez en la venta de entradas allá por el mes de junio y es que la ocasión merece siempre mucho la pena. Una combinación de sentimientos enfrentados tenía este año  pues Guli Guli no nos acompañó. Él lo pasó bien, nosotros mucho mejor!

El rock&roll es la clave del éxito. Todo lo que gira alrededor de él es tan entrañable y adorable que me pierdo pensando y visualizando todo lo que allí viví. Lo primero resaltar que, aunque parezca paradójico  Benidorm tiene muchas “cosas buenas” y que a nosotros nos fascinan. Adentrarnos una vez al año en las apuestas de carreras de perros tomando curry y pintas a buen precio, ir en taxi entre rascacielos a modo newyorkino, ver una actuación de los mejores imitadores del rey del pop, mezclarnos con los wiris en la zona wiri, pasear por la playa en noviembre y parecer que es verano, encontrarnos con gente graciosa conocida y por conocer…son algunas de las cosas que no podemos hacer en otro sitio y hacen a nuestra estancia  más singular.  Cada año me repito, tengo la sensación de haber cogido un avión pero sin hacerlo.
La primera noche, agitados de emoción recorrimos y reconocimos cada uno de los rincones de la mítica discoteca ku, un ovni camuflado por el paso del tiempo. Era 31 de Octubre. Noche de zombies hawaianos, José Luis López Vázquez en su cabina roja, una nazareno morado desubicado,un calamar vivito y coleando, una superabuela gigante y con andador hinchable, muchos draculines, caras palidas, sangre, heridas, cuchillos clavados, tupés, patillas, tatuajes, camisas de chorreras, pitillos, gorritos Fez, vamos una mezcla variopinta casada a la perfección, (el listado de disfraces es demasiado amplia como para mencionarlos a todos)...Muchos iban disfrazados, otros es que son así, un ambiente chocante y genial. Muchas son las crónicas acerca de la música, yo no la voy a hacer primero porque no sé y segundo porque no es mi cometido, pero lo que sí sé es que nos hicieron menear el esqueleto a base de ritmazos cañeros y apoteósico sonido estridente en determinadas ocasiones. Aún sufro las consecuencias de tanto movimiento.

Hasta el año que viene, que miedito me da, es el X aniversario. Ya hasta han diseñado un cartel. Especial mención para el diseñador de la cartelería, flyer, señalética etc son una verdadera joya de deleite, como veis todo es un gozo…¡Que nos quiten lo bailao!, nunca mejor dicho…

PD: Confesiones de última hora: En otra vida me gustaría tener un grupo que se llamase Shinto&Marcelino y que tocase en ese delicius escenario  del ovni marcado por una gran viga en celosía. Y es que este nombre surge precisamente aquí un día en el que decidimos entrar en aquel extravagante establecimiento lleno de televisores. Se nos ocurrió apostar y contando con la suerte del principiante tuvimos la suerte de apostar dos veces seguidas al perro ganador, por lo que nos llevamos una ligera suma que agradecimos rápidamente. Los perros se llamaban así.