22 de noviembre de 2015

22 años no son nada…

Veintidós años han pasado desde que nos separamos cuando terminamos nuestra etapa en el colegio, eran tiempos de la EGB. Teníamos 14 años exactamente y rondaban los primeros años de aquellos 90. Luego cada uno tomó un rumbo diferente. Otros siguieron juntos sus caminos. Ahora la mayoría ha formado su propia familia, otros están en proceso de ello y otros no saben no contestan…Ha pasado toda una vida por nosotros pero en esencia seguimos siendo los mismos, obviamente con algo más de madurez, algunos, jajaja.

El pasado 14 de noviembre nos volvimos a reunir, cena italiana mediante. La emoción que emanaba nuestros ojos era más que evidente incluso alguno estaba literalmente “hecho un flan”. Al principio costó reconocer a algún que otro compañero/a pero en general  fue fácil despojar de los años pasados a aquellos niños-adolescentes que llevábamos dentro. Nos reímos muchísimo recordándonos por aquellos tiempos, contándonos las anécdotas de clase y de las excursiones, de cómo estábamos y cómo estamos, de la añoranza que nos daba pensar en cómo estarían nuestros profesores, de los hijos que cada uno tiene, de lo que ha dedicado o dedica su vida…todos con una sonrisa de oreja a oreja.
No ha pasado el tiempo, parecía, murmurábamos entre nosotros…Y claro sí que ha pasado el tiempo, ya lo creo, 22 años, pero era como si no hubiesen pasado, un sentimiento nostálgico-alegre salía de nosotros. El mismo que sentí cuando recibí un mensaje diciéndome que se iba a celebrar una cena de antiguos alumnos del colegio y pedían mi teléfono. Upsss subidón!!!

Muchos han seguido conservado su amistad, complicidad, vivencias, incluso algunos se han hecho familia entre ellos. En mi caso fue distinto. La siguiente etapa estudiantil me llevó por otros derroteros, otra ciudad, otras experiencias, otras oportunidades…una vida diferente. La distancia hizo alejarme del círculo de convivencia de ellos. Hoy en día gracias a la conectividad de las redes he vuelto a recuperar el contacto con algunos. A esta reunión faltaron muchos que tenían inmensas ganas de reencontrarme de nuevo. A la siguiente no volverá a pasar, espero, porque ya se están calentando motores para celebrar otro guateque pronto. Y es que nos faltó tiempo. Una noche se hace corta para resumir 22 añazos. Sin duda la etapa más importante y decisiva de nuestras vidas. El paso de niños a adolescentes y luego a adultos. Nos quedamos con ganas de más. ¡Eso es bueno!. No pude hablar con todos, éramos bastantes…así que en la siguiente seguimos con las miles de conversaciones pendientes. Me sentí como en casa, como en familia, a gustito, arropada, incluso tuve el placer de que me acompañaran 7 caballeros hasta el coche ya entrada bien la madrugada, ¡eso es ir escoltada y lo demás son tonterías! Esto de estar embarazada tiene sus ventajas, juas juas. También las chicas tuvieron muchas atenciones conmigo por mi estado.
 La cena estuvo fenomenal. Uno de nuestros compañeros era el chef y la verdad dimos buena cuenta de la misma. Mi estómago y mi bebé también lo agradecieron. Después seguimos la velada en otro sitio nocturno.Los que tenemos hijos pequeños tuvimos que ausentarnos antes de llegar a casa y encontrarnos a los niños levantados, gajes del oficio. Otros aguantaron hasta  tomarse los churros de buenos días...¡qué suerte¡ Las escasas 3 horas que dormí esa noche merecieron mucho la pena.

¡Muchísimas gracias a todos, me encantó estar todos juntitos! Repetiremos. Y por supuesto que a la siguiente me apunto de nuevo, espero que no me coincida próximo-post día D.
Amparo, Emilio, Rafa, Pepi, Dani, Pablo, Beatriz, Juan, MºJosé, Mónica P., Noelia, Mari Loli, Chari, Olga, Alex, Samuel, Fulgen, Juan Carlos, Fernando, Juan Jo, Paco, José O.,Victor, Pedro, Fran A., Jose Antonio (aunque no lo llegamos a ver que se quedó durmiendo en el coche...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario