5 de junio de 2014

¡Houston tenemos un problema!

¡Houston tenemos un problema!, pienso cada noche cuando estamos los tres en la cama. Dice el dicho que donde comen dos comen tres pero para el tema de dormir no hay dicho que valga, porque donde duermen dos no duermen tres. Desde hace un tiempo hasta esta parte el benjamín de nuestra  casa no quiere dormir solo para ello ha creado una serie de tretas para conseguirlo. Así que no nos queda otra, si queremos dormir, que someternos a su chantaje emocional y aceptar su juego, cama para tres. Cada noche pienso, mañana le hago un método de esos germánico y listo, pero llega el mañana lo intento y entonces se torna a peor…snif snif. Yo confieso que a mí  me encanta dormir con él. Y es que sentir su suave piel sobre mi piel, su dulce aliento y sus piececitos nadando entre las sábanas hasta encontrarnos es algo sublime. En cuanto le salgan los dientes lo facturo para su cama inmediatamente, me digo para mí. Creo que ya será demasiado tarde. Reconozco mis errores. Asignatura pendiente para aprobar. Desmenuzaré el proceso que hacemos con él antes de dormir a ver dónde está el eslabón perdido de la cadena. ¡Viva el colecho!

De día todo eso se me olvida porque es tan tierno, risueño y conquistador que la noche parece ya lejana. Lo que sí ha aprobado y con buena nota es el tema del gateo en cuestión de días. Ahora me persigue velozmente por toda la casa y cuando llega a la jamba de la puerta se asoma, me ve, se le ilumina la cara de tal manera que es que muero del amor. Como decía el Fary ¡Soy una blandengue que lo voy a hacer!
Hay ciertas cosas que no te cuenta nadie antes de ser mamá. Quizás lo más característico y repetido es lo de no dormir o dormir poco aunque en algunos casos tienen suerte y los bebés lo hacen durante toda la noche. No me refiero a eso. No sabía que iba a tener un espía las 24h del día. Y es que incluso ese momento de intimidad de la ducha o el baño ya no es lo mismo. O me arriesgo a tener la serenata mientras lo dejo seguro en algún lugar por lo que en vez de relajarte es todo lo contrario y lo haces como si se tratara de una competición de triatlón o te lo pones de primer espectador del asunto o esperas a que llegue papá y sales corriendo hacia ese momento de gloria a solas. Algo que ni siquiera te tienes que plantear cuando no tienes descendencia.

Otra cuestión es el arte de entretener al pequeñajo. Que si canto canciones de las que recuerdo de mi infancia o me las invento pero sin gracia sin rima pero hace que se ria, que si le pongo los dibujos animados de los cuales les hace caso 5 minutos o les pongo radio3 que para el caso es lo mismo y por lo menos se entretiene mamá. Que si lo pongo 5 minutos en la sillita de comer, 5 minutos en el parque,5 minutos que bailamos juntos un temazo, 5 minutos gateando en el suelo y vigilando que no se vaya a chupar cables, 5 minutos  enganchado a la teta, 5 minutos en el carrito, 5 minutos en la cuna, 5 minutos sentado conmigo frente al ordenador y mil ojos para que no le de a  “borrar”, 5 minutos cambiándolo y vistiéndolo, 5 minutos paseándolo en el corre-pasillo-perro, 5 minutos mirándonos y descubriéndonos en los espejos, 5 minutos de siesta del borrego,….así el día dividido en periodos de 5 minutos. Cuando una actividad se alarga de esa cifra ya considero que es un exitazo.
Otro asunto que leí hace poco en otro blog y que he podido experimentar es la invisibilidad. Sí así como suena. Una a pesar del volumen corpóreo se convierte en invisible. Y es que cuando llego a ciertos lugares algunos ni siquiera saludan o te miran a la cara, simplemente se tiran en picado hacia el carrito. Muy curioso este efecto desconocido antes de.

Y qué decir de los dientes. La gran incógnita. Que no cunda el pánico que nadie que llega a cierta edad se queda sin su dentadura. Ya llegarán. No se empeñen en contar los que tiene su nieta, su prima, su vecina o su sobrina.
Y el hit de los bebés, el llanto. Está diseñado para taladrarte el cerebro. Y eso que lloran así sin más con un desasosiego tremendo solo para que les digas algo o le prestes un poco de atención. Virgen santa que diseño más eficaz, la prueba es que escribir estos renglones me ha costado una buena llantina taladradora. Inmediatamente lo coges y  las lágrimas se convierten en una risa de oreja a oreja.

No sigo porque ayer empezó el verano climatológico y no quiero subir más la temperatura, no es cuestión por estos lares rozar el record hoy de nuevo. Vamos a refrescarnos con una buena caña o dándonos un chapuzón.
¡Feliz verano, climatológicamente hablando!
Nos vemos en la sombra murciana muchach@s


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