19 de mayo de 2014

Nueve dentro y Nueve fuera

Dieciocho meses han pasado desde que te formaste en mi interior y en esa fecha medio aturdida por la noticia no podía imaginarme que te iba a querer tanto. Justo nueve meses dentro y nueve  meses fuera. Nueve meses esperándote con incertidumbres y alegrías y otros nueve meses, ya entre nosotros, con más alegrías y más incertidumbres. Han pasado nueve meses desde que te conocimos por primera vez. Contigo no solo naciste tú, si no que nací yo contigo, nació una mamá. También nacieron un padre, unos abuelos, unos tíos, unos primos…Y es que con tu llegada todos hemos vuelto a nacer contigo. Nueve meses en el que cada día ha sido diferente al anterior, viviendo cambios y retos nuevos constantemente, en el que mamá-papá han tenido que jugar a prueba-error; lo que ayer valía hoy ya no surte efecto y hay que probar con otra cosa o otro modo de proceder. Eso es lo bonito y lo duro a la vez. Si valiese lo de ayer ya se habría inventado un manual de instrucciones del bebé  y que te dieran al salir del hospital.Hay miles de escritos que hablan sobre bebés y sus circunstancias, pero en nuestro caso intentamos repetir rutinas pero cada cierto tiempo ya no valen.

Escribo estas líneas mientras tú duermes como un angelote, hasta que te vuelvas a despertar enseguida y quieras que te acurruque en mi regazo. Los nueves meses han traído muchos cambios, las noches vuelven a ser una caja de sorpresas, no sabes que noche te va a tocar el premio y que noche vas a tener que hacer una gymkana de posibilidades para sosegarte y que sigas durmiendo. La otra noche mamá perdió la paciencia, esa que deberían vender en latas o por kilos, pero tú también la perdiste. No nos entendimos. Tú querías dormir, mamá también, pero no supimos comunicarnos, nos impacientamos y pasamos toda la noche en vela, a la próxima nos pondremos a bailar por lo menos que cuente como una noche de juerga!

Y es que la relación madre e hijo es eso, es un diálogo sin palabras, una comunicación silenciosa, un diálogo de sentimientos y necesidades que ambos tenemos que ir aprendiendo poco a poco para sentir/hablar  el mismo lenguaje. Los nueves meses también te han dado más autonomía y ya quieres corretear solo, reptando y gateando para descubrir nuevos caminos y castillos. Esos castillos de cds y libros que tienen tus papis y que tanto anhelas por llegar a derribarlos con una sonrisa de conquista placentera. Ya has alcanzado la base del castillo debemos ir subiendo los enseres hacia lo alto que en uno de tus abordajes arrasas con todo, no es que nos importe sino que podrías herirte en una de tus batallas con algún objeto punzante o te arrasen a tí y es preferible conservar al pirata que a su tesoro. Aunque de noche esa autonomía se convierte en mamá quiero estar pegadito a ti toda la noche, espero que podamos ir superando esta situación paulatinamente.
Hace poco leí un comentario de otra mamámiga señalando que los inventores de juguetes infantiles estaban perdiendo dinero, pues los juguetes más codiciados no tienen formas sinuosas y llamativas, ni colores fuertes y brillantes, NO, a esos apenas les hacen caso y si les hacen caso los tiran con mucha facilidad al suelo observando su recorrido cautelosamente. Sus juguetes favoritos son: los mandos a distancia, los móviles, las cordoneras en todas sus posiciones y formas, el suelo, los cds, los libros que conservas con mimo, las latas de cerveza, las botellas de plástico, el pelo y los collares de mamá, mister potato de papá, las bolsas de plástico, las etiquetas, un bote  vacío con algunos granos de lentejas o legumbres, los espejos,…y un largo etc de objetos que nadie pensaría en contemplarlos y mucho menos en llevárselos a la boca. En definitiva los juegos que consideramos prohibidos en muchas ocasiones por su posible peligrosidad o por que acaben hechos trizas o arrojados por el wc y sean útiles para nosotros.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Este vienes vamos a una gran fiesta y te dejaremos con los abuelos. Espero que aparezca de nuevo el angelito que llevas dentro!!!
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario