5 de mayo de 2014

A ti, mamá…

¿Qué significa la palabra amor? Repite el estribillo de una canción que cantamos fuertemente el pasado sábado noche en primeras filas del festival SOS4.8 de Murcia. En ese mismo instante me acordé mucho de ti, mamá, y de mi pequeño retoño al que dejaba por primera vez de noche al cuidado de los abuelos. Para mí AMOR significa justamente eso, mi hijo y mi madre, ¡ahora te entiendo tanto! Algo que nos hace agitar nuestro órgano más vital y oprimirlo intensamente si se nos pasa por la cabeza que pueda pasarle algo a nuestro descendiente más directo.

Mami, perdonad mi cursilería pero yo la llamo así, tengo mucho que aprender de ti y es que tengo una lista tan extensa de cosas que tú haces de maravilla y yo no sé hacer que ya voy con mucho retraso y no sé por dónde empezar. De momento estoy intentando imitarte, en mi nueva etapa de la maternidad, en eso de atiborrar a mimos y achuchones a mi pequeñín. Con eso conseguiste muchas cosas que ni tú misma sabrías pero que tu instinto te decía que había que hacerlo así y funcionó.





















La lista de cosas que tengo que aprender de ti y que haces como poca gente que conozco:

Coser. Y no coser un botón o los bajos de un pantalón al más puro estilo single, si no ser una verdadera costurera como tú, que con un trozo de retal que se encuentra perdido en los cajones te idea un bolso de revista de esos que te miran por la calle al pasar, te hace 3 trajes de huertana a cual más bonito con todo su ajuar complementario y de una extrema delicadeza, y habría sido capaz de hacerme hasta el vestido de novia pero que en ese momento no caímos ( porque el de la comunión sí que me lo hizo ella) y un sinfín de prendas y complementos que han salido de sus manos de una altísima imaginación, creatividad y calidad apabullante. Mis mejores atuendos los ha hecho ella.

Pintar. Me conformaría con captar el color a la mitad de tus capacidades, qué sutileza, qué elegancia. Aunque mi faceta artística va por otro lado creo que lo del color en parte lo debo llevar en las venas!

Contar chistes. Mi madre al principio puede parecer seria y cortante, nada que ver con su personalidad graciosa y divertida. Y es que contar y escenificar cuentos se le da bastante bien, pero donde es toda una experta y se mueve con soltura y gracia a raudales es en el campo de los chistes. Tiene un repertorio de 45 minutos que no deja a nadie sin reírse a carcajada limpia y pasar un momento inolvidable. Esto me va a costar mucho aprenderlo.

Cocinar. Esto de tener un marido que cocina al  estilo “chef” hace que cada día mis dotes culinarias vayan circulando por la curva hacia abajo y he de reconocer que no me importa. Así que creo que mi hijo dirá: Como la comida de mi padre, ninguna!!!!jajajaja. Siempre me acuerdo de los picnic tan preparados y riquísimos que llevábamos en las excursiones del colegio mientras el resto de niños llevaba un sencillo bocata envuelto en papel aluminio;nos miraban como "estos niños y sus tuper molones".


Restaurar muebles. Una prodigio en este arte. Es capaz de convertir una ruina en un palacio en cuestión de horas y una dosis de buen gusto. Aún me sorprendo cuando voy a su casa y veo el mueble afrancesado de su habitación.
Reciclar. Con cualquier objeto te hace una creación que sirve para algo o para jugar. Mi hermano y yo nos acordaremos de los grifos que inventaste hechos con el suero del hospital, el juguete más divertido de nuestra vida sin lugar a dudas.
Las piruletas de caramelo. La cara de mi hermano y del resto de asistentes  en uno de sus cumpleaños infantiles cuando sorprendió con una idea fantástica. Media manzana repleta de piruletas de caramelo de azúcar caseras  pinchadas en ella junto con minnimedias noches y bolsitas de gominolas, esto ahora es tan común como normal, pero en los 80  solo lo hacía mi madre.
La lista continua pero me la reservo porque si no voy a delatar todas mis torpezas y no es la cuestión aquí, si no alabar a mi madre y sus fabulosa aportación a este castigado mundo.
Mamá, te admiro y adoro y me gustaría que cuando sea mayor mi hijo pueda estar tan orgulloso de mí como yo lo estoy de ti. Al menos Mario tiene una suerte enorme de tenerte como abuela. Hoy comemos tus ricas lentejas para celebrar.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario